¿Se le dificulta tomar el ritmo de trabajo al comenzar el día?, ¿Suele posponer la alarma para levantarse?, ¿Culmina los trabajos con dificultad?, ¿Suele ser desordenado con su tiempo?, ¿Acostumbra dejar las tareas más complejas para el final?, ¿Se le acumulan varios pendientes hasta el último plazo?, ¿Se siente más productivo cuando se acerca la fecha límite para entregar un trabajo?
Las anteriores podrían ser señales de que está cayendo en el hábito de procrastinar: sinónimo de diferir, posponer o aplazar. La palabra procrastinar tiene que ver con la costumbre de no hacer a tiempo las tareas que deben ser realizadas.



