Es evidente que no existe el sistema operativo perfecto. Partiendo de
esta base, y más allá de las ventajas éticas del software libre sobre
el privativo, desde el punto de vista estrictamente práctico puede verse
que GNU/Linux hace ciertas cosas mejor que Windows. He aquí diez de
ellas y, por supuesto, habrá quien no esté de acuerdo con ella o
considere que podría haber sido más larga.
1. Particionado
El sistema de particionado de Windows es poco flexible y totalmente
incompatible con los tipos de partición que no interesan a Microsoft.
Por ejemplo, si uno tiene una partición Ext3 no aparecerá en la
aplicación de particionado de Windows. Es más, tampoco permite
redimensionar particiones o moverlas, sólo formatear y poco más. En
Ubuntu hay acceso a una gran herramienta de particionado llamada
GParted,
que soporta la totalidad de tipos de partición que hay en el mercado y
que la puedes obtener descargando una de sus versiones disponibles.
También permite crear particiones fácilmente de cualquier forma y
tamaño, duplicarlas, buscar errores, redimensionarlas…
2. Activación
El sistema de activación, en Windows, está ligado al hardware del
equipo. De manera que si cambiamos la tarjeta gráfica o simplemente
actualizamos la BIOS del equipo, es muy probable que debamos volver a
realizar el proceso de activación de Windows, algo bastante engorroso.
Con GNU/Linux tenemos libertad absoluta para instalarlo en cualquier
equipo las veces que queramos, da igual los componentes del ordenador
que cambiemos, sencillamente funciona. Puede que el sistema de
activación de Windows sea un mal necesario, pero cuando no tienes que
hacerlo te sientes libre.
3. Personalización
En Windows es posible cambiar algunos parámetros del escritorio para
dejarlo al gusto del usuario: tamaño de la barra de tareas, añadir un
sidebar, el color de la ventana o el tamaño de los iconos. En
comparación con GNU/Linux, la personalización es casi inexistente,
independientemente de la distribución que usemos. Cualquier sistema de
escritorio GNU/Linux que usemos es totalmente modular, podemos cambiar
cualquier cosa que se nos ocurra, modificarlo todo hasta límites
insospechados y dejarlo todo exactamente como nos gusta. Si, en Windows
es posible instalar aplicaciones de terceros y plugins que nos permitan
cambiar mucho más el aspecto del escritorio pero son eso, añadidos, en
el caso de GNU/Linux no es así.
4. Login automático
Es una función que se deshabilita en Windows en cuanto añadimos un
segundo usuario o cuando usamos Windows Update. Es posible solucionar el
problema acudiendo a Google y mediante alguna receta casera, que suele
implicar edición del registro de Windows. Funcionará, pero no es lo más
ortodoxo. GNU/Linux permite la total personalización del menú de login,
simplemente desde el menú de sistema, es muy sencillo y no requiere
búsquedas en Google ni trucos extraños.
5. Solución de problemas
Esta es una de las mayores fortalezas de GNU/Linux frente a Windows:
la enorme comunidad de usuarios y el espíritu de cooperación intrínseco
al software libre. También la inmensa cantidad de documentación
libremente accesible y de gran calidad, que para Windows suele ser de
pago. No es que no existan foros que puedan ayudar a solventar un
problema en nuestro sistema Windows, pero en la mayoría de los casos
vamos a acabar acudiendo a los sitios de soporte de Microsoft (TechNet,
MSDN…).
6. Sistema de actualizaciones
Aunque el sistema de actualizaciones de Windows ha mejorado bastante,
está muy lejos del que incorporan las distribuciones GNU/Linux. En el
caso particular de Ubuntu (y otras distribuciones basadas en Debian),
actualizar de una versión a otra es un juego de niños, todo se hace de
forma transparente. El sistema de paquetes Debian, APT, permite
actualizar no sólo el sistema operativo, sino también las aplicaciones
que tenemos instaladas de forma sencilla y segura. En Windows, las
actualizaciones suelen ser pesadas y requieren reinicios, cosa que en
Linux es muy rara.
7. Instalación sencilla de las aplicaciones comunes
Otra de las grandes virtudes de GNU/Linux frente a Windows (o incluso
OS X) son los robustos repositorios de software de que dispone. A
diferencia de Windows, no es necesario surcar la red buscando las
utilidades que nos son imprescindibles (editores, navegadores, clientes
de redes sociales…), lo tenemos todo unificado en el Centro de
Instalación de Software (Software Centre). Ubuntu es una de las
distribuciones que han hecho los mayores avances en este terreno, su
gestor de aplicaciones es sumamente intuitivo y se puede instalar
cualquier cosa con unos cuantos clics, de forma totalmente visual. En
algunos casos, estos Sofware Center pueden incluir incluso sofware
comercial.
8. Interoperabilidad
Bajo Windows, interactuar con otros sistemas operativos o sistemas de
archivos puede ser un suplicio y, en ocasiones, imposible. Esta es otra
gran diferencia con respecto a GNU/Linux, que puede operar con
cualquier sistema operativo existente. Esto se puede percibir con
claridad si hacemos una doble instalación en nuestro ordenador de
Windows y GNU/Linux (dual boot). Cuando arranquemos con Windows, no
tendremos la opción de leer o escribir en nuestra partición GNU/Linux.
Sin embargo, si iniciamos el ordenador con GNU/Linux, tendremos total
acceso de lectura y escritura a la partición Windows, sea del tipo que
sea (FAT o NTFS).
9. La línea de comandos
La línea de comandos es uno de los argumentos más esgrimidos por los
usuarios de Windows para no usar GNU/Linux. Sin embargo en la
actualidad, es posible trabajar con GNU/Linux normalmente sin tener que
usar nunca la línea de comandos. Es más, muchos usuarios noveles que la
han usado por primera vez, han reportado que no es algo tan complicado
como pensaban. Sea como sea, el sentimiento general hacia la la terminal
de GNU/Linux es de rechazo, lo que es desafortunado porque se trata de
una herramienta muy poderosa.
10. Rendimiento y estabilidad
Siempre se ha dicho que GNU/Linux es más rápido que Windows en líneas
generales, pero parece que desde la aparición de Vista y Windows 7 esta
afirmación ha tomado mayor peso. Uno de los beneficios tradicionales de
GNU/Linux ha sido siempre su desempeño, lo que permite que las
distribuciones tengan en muchos casos un mejor rendimiento en general.
GNU/Linux tiene más distribuciones en el mercado que cualquier otro
sistema operativo, adicional que algunas usan variados escritorios de
entorno como Gnome, KDE y Xfce pero los más comerciales son Ubuntu,
OpenSuse y Fedora.