Hace unos meses trabajé en el diseño de un nuevo producto, un kiosco portátil. En las primeras etapas del proceso creativo utilizamos la técnica del brainstorming y nos basamos en la metodología desarrollada por IDEO. IDEO es una de las principales empresas en el mundo del diseño con probada experiencia en el desarrollo de productos innovadores.
Las reglas de oro del Brainstorming:
IDEO utiliza brainstorming para el diseño de nuevos productos y ha identificado unas reglas para que esta metodología despliegue todo su potencial. Según esta metodología las reglas de oro de un buen brainstorming son los siguientes:
- No criticar ni juzgar las ideas: Durante el brainstorming es el momento de que las ideas fluyan de forma libre, ya se analizarán después.
- Promover ideas locas: El principal valor de una idea loca es que puede inspirar a otra persona a proponer una idea innovadora y realizable.
- Elaborar en las ideas de los demás: Partiendo de una idea de otro compañero, piensa cómo puedes evolucionarla y mejorarla.
- Mantener el foco en el proyecto: Hay que pensar ideas innovadoras, pero no hay que olvidar el proyecto para el cual estamos haciendo el brainstorming.
- Una conversación a cada vez: Todas las ideas son importantes y merecen ser escuchadas por todos los participantes. Eso sí, haz que las intervenciones sean breves.
- Usa elementos visuales, dibuja: Usa cualquier elemento que te ayude a explicar la idea que tienes en la cabeza.
- Propón muchas ideas: Ese es el objetivo final del branstorming, generar muchas opciones para después seleccionar las mejores.
Como responsable del proyecto, tuve que organizar y diseñar cómo iba a ser el proceso creativo. Las reglas de oro eran un elemento imprescindible para realizar el brainstorming, pero teníamos que realizar unos pasos previos antes de poder aplicar esta dinámica. El proceso fue el siguiente:
Selecciona un equipo Multidisciplinar: El primer paso fue buscar un grupo de personas con diferentes especialidades. El requisito principal es que fuesen capaces de trabajar bien en una dinámica de grupo como esta. Había expertos de marketing, psicología, contabilidad, arquitectura, ingeniería, diseño, etc. Ninguno tenía experiencia previa en el diseño de un kiosco portátil, así que les di unos días para que pudiesen estudiar el tema de forma individual antes de realizar la primera sesión.
Define el proyecto con tu equipo: El objetivo de la primera reunión era identificar cuáles eran los atributos que eran importantes en un kiosco plegable. Esto nos ayudaría a dividir el proyecto en subtemas mucho más manejables. Durante la reunión fuimos exponiendo lo que cada uno entendía que eran los atributos más importantes, según el análisis previo que habíamos realizado de forma individual. Al acabar la reunión, decidimos que los atributos que consideramos más importantes para diseñar un kiosco plegable fueron: precio, anti-vandálico, versátil y fácil de montar.
Recoge la opinión de los expertos: Como nosotros no éramos expertos en kioscos plegables, el siguiente paso debía de ser conocer qué significaban estos atributos para las personas que realmente sabían del tema. Por eso nos entrevistamos con usuarios, fabricantes, cliente, etc. para conocer cuáles eran sus necesidades y puntos de vista sobre los diferentes atributos que conformaban un kiosco plegable. También tuvimos la ocasión de observar cómo utilizaban los actuales kioscos en los mercados callejeros que visitamos. Nos volvimos a juntar y cada uno expuso lo que había descubierto después hablar con los expertos.
El Brainstorming: Por fin llegó el momento de realizar el brainstorming para nuestro kiosco. Yo participé en el ejercicio, pero teniendo en cuenta de que mi labor principal era la de facilitador. Mi objetivo era que la dinámica funcionase correctamente. Así si veía que alguien no conseguía exponer sus ideas, le preguntaba si quería compartir algo con el grupo; o si una idea parecía que no quedaba clara, le pedía que la desarrollase para que todos pudiésemos entenderla correctamente. Y por supuesto, me aseguré de que cumplíamos con las reglas de oro del brainstorming.
Cada uno de los participantes tenía un paquete de post-its. Escribían su idea en el post-it, la explicaba al grupo y la pegaba en el panel para que todos la viésemos y recordásemos. La sesión duró 30 minutos. Es importante marcase unos plazos para que el proceso no se atasque. Cada uno escuchaba lo que los otros proponían y era muy común que las ideas evolucionasen, desarrollando las ideas de los demás. No sólo describíamos cómo debía de ser el kiosco portátil sino que también hacíamos bocetos y dibujos para explicar mejor los conceptos.
Por ejemplo, cuando estábamos hablando de cómo hacer que el kiosco fuese anti-vandálico, uno de los participantes propuso poner unas rejas para que estuviese bien protegido por la noche. Otro propuso que las rejas podrían ser flexibles para que fuese fácil de montar. Y otro participante añadió que algunos camiones tienen una lona con un entramado metálico que impide los robos de mercancía. Después cuando hablábamos sobre la versatilidad, otra persona indicó que la lona encajaría mejor en cualquier ambiente si fuese translúcida. Al final del proceso era imposible saber quién era el autor de cada idea porque se habían creado de forma conjunta.
Selecciona las mejores ideas: Posteriormente, agrupamos los post-it que estaban relacionados y desechamos aquellas propuestas que no eran técnica o económicamente posibles desarrollar en el plazo y con los recursos de que disponíamos. Para escoger cuales eran las mejores ideas, cada uno de nosotros tenía 5 pegatinas que podía poner al lado de los post-its para votar por las ideas más interesantes. Así, por ejemplo, decidimos que el kiosco debía de tener la opción de incluir un cerramiento anti-vandálico de lona translúcida con hilos metálicos. Esta lona se montaría fácilmente al venir enrollada como una persiana.
Después del Brainstorming: El objetivo del brainstorming era decidir cómo queríamos que fuese nuestro kiosco portátil. Una vez que habíamos tomado una decisión, los equipos de diseño, marketing y fabricación continuaron con el desarrollo del producto. La transición fue sencilla porque varios miembros de estos departamentos habían colaborado en el brainstorming. A las 2 semanas de finalizar estas sesiones de brainstorming, fabricamos el primer prototipo. Cuando testeamos el prototipo con los clientes potenciales obtuvimos una excelente respuesta de intención de compra.
Fuente: EstrategiaPractica.com