Aunque llevo muchos años afincado en Archlinux, la transición de KDE4 a Plasma 5 me catapultó temporalmente hacia entornos GTK3, al toparme con pequeños fallos y bugs -menores- que por unos u otros motivos no tengo ganas de aguantar (¿me estaré haciendo viejo?). Por suerte tanto Cinnamon como Gnome Shell ya están mucho más rodados y ofrecen una estabilidad casi rocosa a estas alturas.
Después de degustar la sencillez de Gnome Shell durante meses -aunque nunca me convenció su enfoque rígido y la falta de opciones que yo considero básicas-, opté por abrazar incondicionalmente Cinnamon, el entorno por defecto de Linux Mint, y tengo que confesar que su paradigma clásico de escritorio me ha enamorado. No sería descabellado decir que tanto Cinnamon como Plasma 5 comparten un rumbo muy similar, que es el de refinar la concepción clásica de escritorio, existente desde hace décadas, sin aportar a la mezcla inventos rocambolescos con resultados imprevistos. Si funciona, no lo toques.
En Cinnamon, actualmente en la versión 2.6, me siento como en casa; la disposición de los elementos y su funcionamiento me resultan sumamente lógicos, alcanzando un equilibrio entre sencillez y cantidad de opciones envidiable. Por si fuera poco, y para los amantes de la personalización “al detalle” de sus entornos de trabajo linuxeros, existe un applet altamente flexible que substituye al menú de sistema por defecto, del que hablaremos a continuación: Configurable Menu.
Instalación
El proceso de instalación no podría ser más fácil. Basta con que hagamos un clic derecho en cualquier panel y elijamos “añadir applets al panel”. En la ventana que se abre, a continuación, cambiamos a la pestaña de “Applets disponibles (online)”, buscamos “Configurable Menu”, marcamos la casilla y pinchamos en “Instalar o actualizar los elementos seleccionados”. No hay necesidad de compilar ningún paquete, ni tampoco de peregrinar a un lugar sagrado.
Una vez añadido el applet a nuestro sistema por la vía rápida, podremos agregarlo al panel como haríamos con cualquier otro elemento. A mí me gusta usar un panel superior en conjunción con un dock, aunque últimamente estoy prescindiendo bastante del segundo, por lo que en mi caso el menú se queda en la esquina superior izquierda.
Configuración
La configuración de este applet es sencillamente demencial, por el número de modalidades disponibles y las modificaciones secundarias correspondientes. No os pensaríais que las iba a repasar todas, ¿no? Os recomiendo que os preparéis una buena taza de café -o una garrafa de 10 litros- y procedáis a revisar las opciones sin muchas prisas, si es que os gusta un nivel de control y precisión similar al de los relojes suizos.
He contado 18 modalidades diferentes de menú, incluyendo un menú tipo Windows 7, otro tipo Gnome 2 (ah, la nostalgia), una variante de Whisker, el Mint Menu de toda la vida, un calco de Kicker… Se echa en falta un menú tipo Windows 95, que es el mejor del mundo, lo que me impide darle la nota máxima (nótese la ironía).
Pero la flexibilidad no acaba ahí, ya que podemos afinar cada variante de arriba abajo: añadir recuadros a los botones de energía, ponerlos en forma de lista, mostrar o esconder las aplicaciones favoritas, desactivar las cajas de búsqueda, esconder las flechas de las categorías para trolear a otros usuarios, destruir el mundo, etc.
Ningún sibarita de la excelencia gráfica debería ignorar a la ligera este applet. ¡Todo un imprescindible!
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