GNOME es uno de los mejores entornos de escritorios en GNU/Linux, y por ende uno de los más populares. A pesar de que no es uno de mis favoritos, no dejo de reconocer que tiene un montón de cosas buenas, pero también malas y de eso va más o menos este artículo.
La idea no es arremeter contra GNOME. Debemos partir de la idea de que todo lo que diré a continuación es solo mi opinión personal y que mis gustos no son los mismos que los del resto. Veremos las cosas buenas, y las malas, tratando de ser lo más imparcial posible.
He estado probando un poco más a fondo GNOME Shell en los últimos días, y puedo llegar a reconocer sus cosas buenas y malas, sin embargo, sigue sin llenar mis expectativas y de eso hablaré también en este artículo.
Como sabemos, GNOME 3.16 salió ayer llenando de esperanzas y anhelo los corazones de los seguidores de este Entorno de Escritorio. ¿Y cual es la causa de tanto alboroto? Pues en opinión de muchos, que ahora están haciendo bien las cosas, por lo menos la mayoría de ellas.
¿Por donde empezamos? Pues por las malas.
Aclaro, muchas de las cosas que voy a mencionar con respecto a las cosas negativas se pueden solucionar o cambiar mediante extensiones, sin embargo, me voy a referir a GNOME Shell como está concebido por sus desarrolladores, por defecto y sin añadidos.
La interfaz de las ventanas
No soy diseñador de interfaces, pero tampoco hay que ser un experto para percatarse que los chicos de GNOME han tratado de acercarse muchísimo a la apariencia de OS X. ¿Quién los culpa? Yo no, porque aunque este será el primer punto negativo, por otra parte es algo que me encanta.
Puede resultar contradictorio lo que estoy diciendo, así que trataré de explicarme mejor. La apariencia de las aplicaciones y el Entorno de Escritorio en general me gusta, pues precisamente se acerca mucho al estilo de OS X.
GNOME no ha sido el único tratando de imitar o copiar el SO de Apple. Con la misma filosofía de copia tenemos a Unity, que lo único que le falta es poner el Dock de la izquierda en la parte inferior, algo que comparte el diseño de GNOME Shell, y en ambos casos por defecto, no se pueden mover del lugar.
Pero vale, si el objetivo es llevarle a los usuarios de GNU/Linux algo con más estilo, pues lo han conseguido, sin embargo, copiar a veces tiene sus desventajas. Como todos sabemos, ahora GNOME une la barra de título y los botones de las ventanas con el menú de herramientas, al más puro estilo de OS X, en algo que llaman CDE. Ok, ¿y que desventaja aporta esto?
Visualmente solo algunas pocas, pero técnicamente si la aplicación muere, la ventana muere y por tanto perdemos el control de ella. No la podemos cerrar, minimizar, ni nada parecido. ¿Y esto representa un problema para que sea un punto negativo? Puede ser, diría yo, ya que una repuesta a esto dependerá de lo que estemos haciendo en el momento que la ventana se cuelgue.. (Cuidado con los que ven pr0n a escondidas ehh)..
La nueva bandeja del sistema
Algo que a muchos usuarios no les gusta es que GNOME no permite colocar las aplicaciones en la esquina superior derecha de la pantalla, o sea en el área del panel donde se supone que vaya la bandeja del sistema, pero han llegado en esta versión 3.16 con una solución: un pequeño panel en la parte inferior izquierda que aparece saltando solo cuando hay aplicaciones que usen la bandeja del sistema, y que podemos esconder o mostrar.
Hasta ahí la idea no es mala ¿para que llenar de iconos el panel superior? Sin embargo hay un par de cosas que no me gustan o que las encuentro como un fallo:
- Se encuentra en la parte inferior izquierda, cuando estamos adaptados que la bandeja del sistema esté en la parte derecha, no importa si es arriba o abajo, pero en la derecha. Esto puede resultar incómodo para algunos (me incluyo).
- Si la escondemos y la aplicación que esté minimizada no es compatible con el *nuevo sistema de notificaciones* no nos enteramos de nada. Para algunos puede estar bien, para mi, está muy mal, pues las aplicaciones que llevo al *tray* son precisamente esas que necesitan estar ahí para que me notifiquen y estén en un lugar visible.
Seguimos sin barra de tareas.
Si queremos cambiar de ventana o simplemente ver que tenemos abierto que ¿debemos hacer? De entrada por defecto GNOME no trae en las ventanas los botones de Maximizar/Minimizar, pues sus desarrolladores a lo mejor suponen que queremos tener todas las ventanas abiertas, una debajo de la otra o en escritorios separados.
No obstante para ver las aplicaciones abiertas tenemos 3 opciones hasta donde sé:
- Ir con el cursor del ratón a la parte superior izquierda para que se muestre el dashboard.
- Hacer lo mismo pero presionando la tecla Super L (la de la banderita de Windows).
- O cambiar entre aplicaciones usando Alt + Tab.
Si ustedes encuentran cualquiera de estas tres opciones prácticas o cómodas ok, pero a mi no me parece para nada accesible o usable.
Notificaciones silenciosas
Uno de los grandes logros de esta versión 3.16 son las notificaciones que ahora pasan a estar en la parte superior junto con el reloj. De esas hablaré después, ahora me voy a referir a las notificaciones de ciertas acciones que en GNOME 3.14 funcionaban y ahora no.
Ejemplo de ellas es cuando conectamos un dispositivo externo, ejemplo una memoria USB. ¿Qué sucede, alguien se ha enterado de que pinchamos un puerto USB? NO, si no nos fijamos en el puntito redondo que sale al lado del reloj no nos enteramos.
Ni siquiera en las preferencias de las notificaciones veo la opción que me permita añadir los dispositivos extraíbles como parte de las notificaciones (valga la redundancia). Y ahora, si alguien es tan amable ¿me pueden decir como desmontar el dispositivo extraíble una vez montado sin tener que abrir Nautilus? No hay opción para ello en ningún lugar.
Aplicaciones carentes de opciones
Por favor, el que venga con el viejo discurso que no necesita hacer nada más que navegar, copiar películas y organizar documentos, y la sencillez de GNOME le permite hacer eso, puede ahorrarse el trabajo de teclear su comentario. Y lo digo desde el respeto, esa historia es más que vieja.
Eso es justo lo que me pasa con GNOME y sus aplicaciones. Nautilus el pobre cada día hace menos, dentro de poco tendrá menos opciones que Thunar y PCManFM, si es que ya no llegó a ese punto. Por ejemplo, traten de renombrar al mismo tiempo varios ficheros. Tampoco me permite ver el tamaño de un fichero sin tener que ir a las propiedades del mismo o seleccionándolo, por solo poner un par de ejemplos. Gedit es otro que va justito, pero bueno, bastante que tiene resaltado de colores para diferentes lenguajes.
El nuevo calendario de GNOME muy bonito, al más puro estilo de Maya el calendario de ElementaryOS, pero gestionar nuestros eventos al contrario de lo que parece (pues debería ser muy simple), puede ser un dolor de cabeza. Les invito a que hagan una prueba, creen un evento para el día de hoy, y ese mismo evento traten de pasarlo para mañana, simplemente arrastrándolo. No pueden, tienen que crear uno nuevo, poner lo mismo del anterior y borrar el viejo.
Y podría seguir, pero para terminar con este apartado tenemos el Centro de Control de GNOME, que no solo está demasiado simple en algunos casos, sino que para llegar a determinadas opciones debemos dar más clic que en Windows.
Tenemos que hablar las opciones de personalización?
Sin Gnome Tweak Tools que para colmo no se incluye por defecto, tendríamos una tarea bastante dura con DConf/Gconf-Editor por delante para cambiar por ejemplo, la tipografía del sistema. Es un punto que siempre voy a criticar en el nuevo GNOME.
Otros detalles
El lanzador de aplicaciones o comandos (<kbd>Alt</kbd> + <kbd>F2</kbd>) no tiene autocompletado, por lo que tenemos que conocer el nombre exacto de la aplicación que queremos lanzar.
Las cosas buenas
Pero no todo es malo, hay que decirlo. Repito que una de las cosas más interesantes de GNOME Shell 3.16 es precisamente su interfaz y lo simplona que resulta ser. De modo general y a grandes rasgos es un Entorno de Escritorio hermoso dentro de lo que cabe e incluye algunas cosas cuanto menos interesantes.
Cajas o GNOME Boxes
Un front-end para Qemu-kvm que no merece menos que elogios. Algo genial teniendo en cuenta que a nadie se le había ocurrido antes implementar una herramienta tan simple para virtualizar. En esta versión es más simple de usar y más divertida.
Notificaciones interactivas
Algo que siempre me gustó de GNOME Shell, el poder por ejemplo responder un mensaje privado por jabber desde la propia notificación.
Las nuevas notificaciones no están mal, pero no poder escoger las que queremos dejar o cerrar se me hace muy incómodo, incluso algunas desaparecen sin que uno quiera, o se quedan pegadas y no se pueden eliminar (sobre todo con las de Empathy, que sigue teniendo bugs), pero se le perdona. Son muy chulas y están ubicadas en un buen lugar, ocupando un espacio que antes estaba sub-utilizado.
Pantalla de bloqueo
Sea una copia de Windows o no, la pantalla de bloqueo de GDM es hermosa, y más aún cuando tenemos notificaciones y podemos verlas sin acceder al escritorio, aunque en parte esto pueda representar un problema serio para la privacidad de los usuarios.
Screencast a la mano
Otra de las opciones que siempre me han encantado de GNOME Shell, es la de poder grabar nuestro escritorio con una simple combinación de teclas: Alt + Ctrl + Shift + R.
Extensiones
Sin ellas dudo mucho que alguien pueda sobrevivir más de una semana en GNOME Shell, bueno, a no ser que no sea muy exigente. La única pega es que ahora mismo muchas de las que funcionan en GNOME 3.14 ya quedan deshabilitadas en GNOME 3.16. Pero sin dudas son algo bueno que debemos mencionar.
Conclusiones
Para los que aman la sencillez y la simpleza, sin dudas encontrarán en GNOME el Entorno de Escritorio ideal. Aplicaciones como el nuevo cliente de IRC, los mapas, el calendario, desde su austeridad se saben hermosas, limpias.
Me encantan muchas aplicaciones como las del clima, que están muy bien logradas. Sin embargo, al final del día descubres que tienes solo lo justo para poder trabajar y no puedes exprimir a fondo el Escritorio.
Hay otras que no pude probar como Música, pues me daban un error al tratar de lanzarlas con Python o algo así, y Empathy, nunca pude abrir una ventana de charla con un amigo. Creo que además hay algunas incongruencias en cuanto al diseño (que claramente está orientado a tablets), pues mientras que encontramos en las ventanas unos botones enormes, las barras de desplazamiento son muy estrechas.
Pero en rasgos generales, con cada lanzamiento GNOME va centrándose más en sus objetivos y están ofreciendo un producto mejor logrado. Que a mi no me guste, que no lo encuentre productivo, es solo mi apreciación, sé que muchos usuarios se sienten a gusto. Puede que haya otras bondades que aún no he usado o no conozco, las veré con el día a día, de todos modos escucho sugerencias y criterios en los comentarios.
from Desde Linux http://feedproxy.google.com/~r/UsemosLinux/~3/wTOhRlipLFo/
via IFTTT